Ópticos e Iónicos - Tanto los detectores de humo de tipo iónico y fotoeléctrico, emiten una alarma en tiempo suficiente para permitir la evasión de personas y el combate al fuego, pero en caso de incendios rápidos y con muchas llamas los sensores iónicos son más rápidos y rápidos hacen la detección 30 segundos más temprano. Son ampliamente utilizados en oficinas.
Se basan en el monitoreo de temperatura del ambiente, siendo que el termovelocimétrico también considera el tiempo "ritmo de subida de la temperatura", lo que lo hace más confiable. Normalmente se utilizan en ambientes que pueden sufrir la acción de humo sin que signifique un incendio. Ejemplo: cocinas, estacionamientos, etc.
Son constituidos por un emisor y un receptor. El emisor emite un haz de luz, que es leído por el receptor y cuando ese haz es interrumpido por la interferencia de humo, el detector es accionado. Indicado para aplicaciones en lugares con pie derecho alto o en lugares que el techo no sea lineal, por ejemplo: galpones, iglesias y otros.
Los detectores de humo de advertencia precoz proporcionan una notificación anticipada de un incendio potencial, haciendo la aspiración y análisis del aire, para tener tiempo para intervenir y evitar perturbaciones de las actividades. Se indican para ambientes críticos.